La revolución de las redes sociales en la vida cotidiana ha dado lugar a la aparición de unos nuevos líderes de opinión, que se han convertido en perfectos estrategas para el marketing y en unos ejemplares transmisores de emociones para el público real.
Los influencers conjugan imagen y palabra de una forma auténtica e innovadora en apariencia. Ahora las empresas han decidido delegar su poder de convicción a esta reciente figura pública, que no solo sabe captar la atención de diversos colectivos, sino que genera valores diversos e influye en los gustos de sus seguidores y más tarde futuros consumidores.
Mensajes del público objetivo hacia sus pares
¿Pero realmente funcionan los mensajes de estos poderosos modelos? ¿Son eficaces o simplemente se quedan en mera sugestión? La psicología tratará de dar a respuesta a estas preguntas.
Al igual que las nuevas generaciones, también conocidas como Nativos Digitales o Generación Peter Pan, vivimos expuestos a una sobresaturación de mensajes informativos y publicitarios. Esta razón nos hace optar a menudo por el contacto directo que ofrecen las redes sociales, así los youtubers e instagramers se convierten en un testimonio fiable de lo que representan.
El espectador, seducido por sus vivencias, crea una especie de vínculo emocional y ficticio con el influencer en cuestión. Los psicólogos llaman a esta identificación contagio de las emociones. Si lo que te cuentan o lo que te proponen parece verídico, tú acabarás por convencerte de lo idóneo que resulta ese determinado producto o experiencia para tu vida.
De esta manera, terminarás por adquirirlo, pensando que te sentirás de la misma forma e igual de aceptado. Y es que los seres humanos necesitamos constantemente tener la aprobación de nuestro círculo social para sentirnos integrados.
Gracias a su gran nivel de persuasión, los influencers ayudan a construir identidades sociales porque parecen aportar una serie de claves, que nos ayudan a insertarnos con éxito en lo que se conoce como el establishment. Es más, si has quedado satisfecho con la propuesta del influencer, no vas a dudar en contárselo a tu círculo afectivo más cercano. Así se desarrollan los contenidos virales.
Marketing de afinidad
La empatía, que tú has sentido, te llevará a difundirlo, precisamente porque a ti te ha funcionado y también quieres compartirlo. A nivel personal, se ha producido una sugestión emocional porque te has identificado de una manera familiar con su invitación a vivir una determinada experiencia o a consumir un artículo en concreto.
Si el discurso de los influencers realmente funciona se debe a su carácter cercano, muy próximo a su público y con el que comparte una serie de intereses similares. Su credibilidad resulta crucial para establecer una comunicación virtual con sus seguidores, quienes, precisamente, sostienen su status social, pero también son los encargados de exigirle una serie de compromisos, relacionados, en este caso, con los contenidos, de los cuales se espera una calidad y sinceridad especiales.
El mundo actual despliega ante nosotros un sinfín de posibilidades de elección. Los influencers actúan como un difusor efectivo de tendencias, intereses o modos de vida. A través de sus juicios críticos, expuestos con confianza y asertividad en sus post, te sientes seducido por sus recomendaciones, ya que piensas ¿si tanta gente le sigue, será porque está en lo cierto? El politólogo estadounidense, Ralph Bunche, decía ¿la influencia que la vida de una persona ejerce sobre la de otra es incalculable?